Chevrolet Chevelle

5.7 V8

- Completamente restaurado a un alto nivel - Ahora equipado con aire acondicionado.
"El Atractivo de Este Coche y Inversion Classico"
Con la llegada del "muscle car" a principios de los años sesenta, todos los fabricantes estadounidenses se disputaban el primer puesto. El concepto era sencillo. Coge un coupé de tamaño medio y métele el V8 más grande que puedas reunir bajo el capó. El Chevelle SS fue el primer intento de Chevrolet de entrar en la batalla de los muscle cars y tuvo un éxito inmenso. Alabado por su estilo afilado, su rendimiento vertiginoso y, por supuesto, su gran cantidad de cromados, el SS fue uno de los coches que definirían la época.
Aquí tenemos un ejemplar de 1970 bellamente restaurado, equipado con un V8 de 5.700cc y resplandeciente en negro brillante. La exhaustiva reconstrucción se ha documentado en un libro de sobremesa de tapa dura que acompaña al coche. Tras su llegada a España, se ha instalado aire acondicionado, lo que permite circular cómodamente en climas más cálidos.
Este muscle car americano, que apareció en las películas "El último de los soldados de infantería 3 y 4", está listo para disfrutar y podría ser suyo...
"La historia y el papeleo"
- El vendedor importó el coche de Estados Unidos al Reino Unido en 2016
- Actualmente se encuentra en España
- Sigue matriculado en el Reino Unido (y exento del impuesto de circulación/prueba ITV)
- Libro de registro presente
- Matriculado incorrectamente en el Reino Unido como motor de 350 cu pulg (5,7 litros) cuando en realidad es de 402 cu pulg (6,6 litros)
"El Estado"
- Elegante carrocería coupé acabada en negro brillante
- Se necesitó una gran cantidad de trabajo para llevar la carrocería al nivel actual
- Libre de cualquier signo de corrosión o daño
- Llantas de alto rendimiento de época con neumáticos BG Goodrich
- Asientos retapizados con costuras de diamante- Cromado impecable.

Después de haber sido objeto de una extensa restauración, este es un fantástico ejemplo que está listo para ir. La carrocería está ahora inmensamente recta y bellamente acabada con una brillante capa de pintura negra. Se asienta sobre llantas de época, que también han recibido un acabado excelente. Están calzadas con neumáticos BF Goodrich de letras blancas que realmente dan el pego. A juego, los parachoques cromados brillan y no presentan signos de deterioro.
En el interior, el habitáculo ha sido restaurado en su mayor parte según las especificaciones originales, con algunos toques personalizados como indicadores adicionales y tapicería de punto de diamante. Subir a bordo te transporta a los años setenta y es un placer encender ese V8